Al relajar su sistema nervioso aumenta la resistencia del organismo, mejorando el sueño tras haber experimentado la paz de un toque amoroso.
También tiene un efecto positivo en su desarrollo psíquico y emocional, no solo físico.
Está demostrado que los niños que son tocados con cariño, respeto y suma atención, desarrollan antes estas cualidades que le permitirán relacionarse en un futuro con mayor libertad.
El masaje les va enseñando a comunicarse de una manera respetuosa y amorosa para crear sus propios vínculos en el futuro.
El tacto el principal medio de comunicación con tu bebé y el masaje hace que el vínculo entre padres e hijos se establezca mas fuertemente.
Por eso, podemos decir que las caricias son necesarias para que el niño crezca sano y feliz pues cuando es masajeado con regularidad genera endorfinas (hormonas del placer y/o satisfacción) que contribuyen a aumentar sus defensas.
No podemos olvidar que esta práctica actua como una estimulación precoz despertando sus sentidos y fomentándole también la autoestima proporcionándole seguridad.
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