Reflexología para los mas pequeños

Estos son algunos ejemplos de como se trabaja con reflexología

 en las alteraciones mas comunes que suelen tener los bebés.

Cólicos, molestias digestivas y estreñimiento. 

Trabajaremos con el plexo solar.
El punto del estomago, el intestino delgado y el intestino grueso.
Esto va a reducir la tensión y a estimular el movimiento peristáltico del intestino.

Dolor de oídos.

Presionamos el plexo solar.
El punto correspondiente a la cabeza, trabajando también las zonas reflejas de la hipófisis y los oídos. Las zonas linfáticas para estimular el sistema inmunológico y disminuir la inflamación de oídos.
El tratamiento calmará el dolor y reducirá la inflamación, a la vez que se estimulan las defensas.

Catarros, tos, nariz taponada y alteraciones del aparato respiratorio.

Presionaremos el plexo solar para tranquilizar y mejorar la aceptación del tratamiento.
El punto reflejo de la cabeza, los senos nasales, el oído y los pulmones, reforzando así el sistema inmunológico. 

El objetivo es aliviar la congestión, eliminar el dolor producido por la tos, mejorar la respiración facilitando la expulsión de flemas y estimular el sistema inmunológico.

Asma.

Trabajaremos también con los dientes, los senos craneales, hipófisis y vasos linfáticos. 

Se puede aplicar este tratamiento a diario en casos de cronicidad, pero nunca en casos agudos.

Con este trabajo vamos a beneficiar la angustia y la respiración para que sea mas sosegada.

Dentición.

Trabajaremos el plexo solar.
Los dientes, los senos craneales, la hipófisis y los vasos linfáticos.

Así lograremos calmar el dolor y la inflamación que se produce con el proceso.

Afecciones dermatológicas.

Trabajaremos como siempre el plexo solar.
La columna vertebral, la hipófisis, el estomago, el hígado y los riñones ya que son los órganos que depuran y eliminan.
El tratamiento será entonces depurativo,  clamando también las molestias y reduciendo la ansiedad.

Trastornos del sueño.

Trabajo del plexo solar.
La cabeza, la columna vertebral, la cavidad abdominal, los intestinos y el hígado. 

Así abarcaremos desde la sobreexcitación ambiental, hasta el malestar físico que producen los estados de ansiedad que les impide relajarse.